Serie de 3 partes:
Permanecer
Permanecer en Cristo es una obra activa de la voluntad. No me refiero a una obra de la carne que intenta agradar a Dios con recursos naturales, ni a una obra de la ley que busca agradar a Dios mediante ceremonias, símbolos y sombras. No, sino que es una obra de la voluntad, del corazón, de la mente y de la fuerza. Dios no obrará en contra de tu voluntad. Dios obra en ti, y tu corazón debe obrar junto con la luz de Dios, debe rendirse, someterse, obedecer, seguir, aun poniendo tu cuerpo en sujeción a tu espíritu, para que de ninguna manera llegue a ser un obstáculo para tu crecimiento en la gracia. Dios te da su propio querer y hacer, pero con esto debes ocuparte en tu salvación con temor y temblor.